martes, 12 de junio de 2012

Para comenzar; una vieja lectura...


Hace ya muchísimo tiempo, alrededor de 1963, yo contaba 12 años de edad y estudiaba el tercer curso de bachillerato del plan 1957... Entonces estudiar bachillerato no era como ahora, pero no es de eso de lo quiero escribir...

El libro de texto de una de las asignaturas que más me atraía, Ciencias Naturales, era un manual raro para aquella época, ya que venía impreso a todo color, lleno de dibujos esquemáticos e imágenes y cada "lección" venía acompañada de una "lectura" que, normalmente, estaba conectada con el tema que se habia estudiado en la lección correspondiente...

Una de estas lecturas caló en mi ánimo de forma profunda y duradera, como lo hacen esas circunstancias y vivencias que a lo largo de la existencia van moldeando la personalidad y el carácter de la persona...


Ésta es la lectura, escaneada de aquel magnífico libro de texto de la editorial SM, que se quedó grabada en mi subconsciente y que a lo largo de mi vida ha hecho posible mi amor por las plantas, como seres vivos que son, y con la idea, persistente, de poder poseer algun día una casa que tuviera un pequeño jardín... Aún no lo he conseguido del todo, pero tengo lo que más se le acerca, una casa con su buen porche, orientado al sureste, en el que hay un pequeño arriate y un buen número de macetas, tiestos y jardineras de todos los tamaños, en las que he podido, al fin llevar a cabo mi antiguo y persistente anhelo... La casa, además, tiene un buen patio trasero orientado al noroeste donde también hay algunas grandes macetas...

De estos espacios, de sus habitantes y visitantes (vegetales, animales y minerales) y de las pequeñas historias que en ellos se desarrollen, intentaré escribir aquí....

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